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DE LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN A LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

Actividad: Resumen del Capítulo I de la lectura De la Sociedad de la Información a la Sociedad del Conocimiento

Sesión: 4 SID Primera Parte



DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD

Resumen de la Lectura:

De la Sociedad de la Información a la Sociedad del Conocimiento. (UNESCO, 2017)


Capítulo I

De la Sociedad de la Información a la Sociedad del Conocimiento.


I.I. Las sociedades del conocimiento, fuentes de desarrollo


Un elemento central de las sociedades del conocimiento es la “capacidad para identificar, producir, tratar, transformar, difundir y utilizar la información con vistas a crear y aplicar los conocimientos necesarios para el desarrollo humano. Propicia la autonomía y engloba las nociones de pluralidad, integración, solidaridad y participación”.1

Las cuestiones relativas a la tecnología y la capacidad de conexión hacen hincapié en las infraestructuras y la gobernanza del universo de las redes.

La sociedad mundial de la información sólo cobra sentido si propicia el desarrollo de sociedades del conocimiento y se asigna como finalidad “ir hacia un desarrollo del ser humano basado en los derechos de éste”.4

Este objetivo es fundamental porque la tercera revolución industrial –la de las nuevas tecnologías– y la nueva fase de mundialización que la acompaña han modificado radicalmente numerosos puntos de referencia y aumentado las brechas existentes entre ricos y pobres, entre países industrializados y países en desarrollo, e incluso entre los ciudadanos de un mismo país. La UNESCO estima que la edificación de las sociedades del conocimiento es la que “abre camino a la humanización del proceso de mundialización”.5



1.Comunicado de la mesa redonda ministerial “Hacia las sociedades del conocimiento”, organizada en el marco de la 32ª Conferencia General de la UNESCO, en la Sede de la Organización, el 9 y el 10 de octubre de 2003 (documento 32C/INF.26), párr. 3, http://unesdoc.unesco. org/images/0013/001321/132114f.pdf

4.Véase “De la sociedad de la información a las sociedades del conocimiento”, loc. cit.


5.Comunicado de la mesa redonda ministerial “Hacia las sociedades del conocimiento”, loc. cit., § 2



I.I.I. La importancia de los derechos humanos en las sociedades del conocimiento


El enfoque basado en el “desarrollo humano” y la “autonomía”, que es un elemento central de la noción de sociedades del conocimiento, debería permitir una mejor puesta en práctica de los derechos universales y las libertades fundamentales, mejorando al mismo tiempo la eficacia de la lucha contra la pobreza y de las políticas de desarrollo. El auge de las sociedades del conocimiento exige que se anuden nuevos vínculos entre el conocimiento y el desarrollo.


Las políticas sociales deben promover la lucha contra las disparidades económicas y educativas. Promoviendo los derechos humanos, resaltando así que el conocimiento y la educación constituyen las garantías más sólidas de los derechos. Además, el saber, el pensamiento y la conciencia son elementos constitutivos de la dignidad específica del ser humano que hace de éste un sujeto de derecho.


I.I.2. Libertad de expresión y “autonomía”


Entre todos los derechos fundamentales, es necesario poner de relieve la importancia especial que reviste la libertad de expresión, “postulado fundamental en el que descansan las sociedades del conocimiento”.8


El desarrollo de una sociedad mundial de la información debe inducir a aplicar ese derecho plenamente y “sin limitación de fronteras”, tal como se proclama en la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948.


Si se respetan plenamente, la libertad de expresión y la libertad de investigación científica y de creación permiten construir auténticas sociedades del conocimiento gracias al desarrollo de una sociedad mundial de la información.



I.I.3 Libertad de expresión y lucha contra la pobreza en las sociedades del conocimiento


Una promoción efectiva de la libertad de expresión en la sociedad mundial de la información puede contribuir a resolver un número considerable de problemas políticos, por ejemplo, la censura, las manipulaciones de la información con fines políticos o el riesgo de una generalización de la vigilancia. También puede contribuir a solucionar problemas económicos mediante la prevención de las hambrunas, la reducción de la brecha digital o la lucha contra las desigualdades en el desarrollo.


8.Véase el comunicado de la mesa redonda ministerial “Hacia las sociedades del conocimiento”, loc. cit., §11




I.2. La solidaridad digital


Hoy en día, solamente el 11% de la población mundial tiene acceso a Internet. El 90% de las personas “conectadas” viven en los países industrializados: 30% en América del Norte, 30% en Europa y 30% en Asia y el Pacífico.12


Esta “brecha digital” es ante todo un problema de acceso a las infraestructuras. A este respecto, conviene recordar que 2.000 millones de seres humanos no disponen de corriente eléctrica. Además, se da también un problema de solvencia económica muy agudo porque el costo de las telecomunicaciones sigue siendo muy elevado en los países del Sur con respecto a los del Norte. Internet representa una inversión sumamente elevada en las ciudades y está muy poco extendido por las zonas rurales.


La exclusión de la información no sólo es una cuestión de acceso y conexión, sino también de contenidos. Tiene que ver tanto con la brecha digital como con la brecha cognitiva, y guarda relación con los obstáculos educativos, culturales y lingüísticos que hacen de Internet un objeto extraño e inaccesible para las poblaciones que han quedado confinadas en los márgenes de la mundialización.


Si queremos fomentar auténticas sociedades del conocimiento en nombre del desarrollo humano, la urgencia de solucionar las disparidades digitales se hace aún más apremiante.


La brecha digital, ya que se refiere también al lugar que debe ocupar el “dominio público” del conocimiento en la estructuración mundial de los derechos, comprendidos el derecho de propiedad intelectual y la protección del derecho de autor. Los principios –libertad de expresión, diversidad cultural y lingüística y educación para todos– también guardan relación con la brecha digital.



I.2.I ¿Hacia una sociedad mundial de la información?


La presencia de la brecha digital nos recuerda que sigue existiendo una geografía de Internet. El mapa de extensión de la red coincide con la geografía del desarrollo. Se observa, además, una correlación estrecha entre el equipamiento en servidores Internet y el Indicador de Desarrollo Humano. ¿Significa esto que la revolución de las nuevas tecnologías desemboca inevitablemente en un incremento de las disparidades entre los países ricos y los países en desarrollo? La OCDE o el Banco Mundial han señalado que las poblaciones pobres siguen teniendo poco acceso a Internet o ninguno, mientras que el número de personas “conectadas” aumenta rápidamente en los países industrializados.


12. Véase C. Cuneo, “Globalized and Localized Digital Divides along the Information Highway: A Fragile Synthesis across Bridges, Ramps, Cloverleaves, and Ladders”, 33rd Annual Sorokin Lecture, Universidad de Saskatchewan, 31 de Enero de 2002.

Existen también desigualdades flagrantes entre los países del Norte –que disponen de un acceso barato y a alta velocidad– y los países del Sur, donde las conexiones, si es que existen, son lentas y muy onerosas.



I.2.2. En pro de una auténtica solidaridad digital


Reducir la brecha digital es un objetivo prioritario si queremos que las nuevas tecnologías contribuyan al desarrollo y propicien el surgimiento de auténticas “sociedades del conocimiento”.


En la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información hizo su aparición el principio de solidaridad digital, que supone que los Estados y otros protagonistas de la sociedad de la información adopten medidas concretas para reducir las desigualdades en el acceso a las nuevas tecnologías. Se han sugerido otras soluciones, por ejemplo, la creación de asociaciones o hermanamientos entre colectividades territoriales o municipios de los países ricos y pobres. Expertos han preconizado que se ofrezcan tarifas preferentes a los países en desarrollo. Aunado a que los altos gravámenes fiscales son uno de los motivos principales de la carestía de las telecomunicaciones en los países del Sur.


La contribución del sector privado también es decisiva en la reducción de la brecha digital. Una mejor utilización de las redes implicaría una disminución de los costos de las telecomunicaciones en beneficio de todos.21


I.2.3. ¿Las nuevas tecnologías de la información y del conocimiento son una condición indispensable de la edificación de las sociedades del conocimiento?


Al igual que las nuevas tecnologías, la electricidad y las ondas radiofónicas pueden contribuir a la construcción de las sociedades del conocimiento. Es importante apoyar la creación de emisoras de radio rurales y comunitarias. La telefonía móvil es un instrumento formidable para acabar con el aislamiento de las regiones apartadas.


Las “antiguas” y las nuevas tecnologías de la información no se sustituyen, sino que se complementan, porque las primeras contribuyen eficazmente a la difusión de los conocimientos y facilitan así el acceso a las segundas. La reducción de la brecha digital tendrá que efectuarse a menudo recurriendo a soluciones mixtas combinando “antiguas” con nuevas tecnologías y construyendo auténticas sociedades del conocimiento.



21. Una de las ventajas de las redes digitales es que resultan más baratas que las comunicaciones “de punto a punto”. El caudal de información conseguido con un módem (20 ó 30 páginas de texto por minuto) es muy superior al de un fax. Además, la transmisión resulta menos onerosa porque se le suele aplicar la misma tarifa que a las llamadas telefónicas locales.

Para el desarrollo generalizado de sociedades del conocimiento no será tanto esa brecha como la existencia de desigualdades importantes entre los países del Norte y los del Sur en la producción de conocimientos y la participación en ellos.


I.3. La libertad de expresión, piedra angular de las sociedades del conocimiento


I.3.I. El significado de la libertad de expresión


La libertad de expresión supone la libertad de opinar, expresarse y escribir, así como la libertad de prensa, el libre acceso a la información y la libre circulación de datos e informaciones. Sin libertad de expresión, no hay sociedad de la información. 3Esta libertad no sólo supone –desde un punto de vista estrictamente económico y social– el acceso a las infraestructuras y la reducción de la brecha digital, sino que también constituye una garantía política de los derechos fundamentales. Asimismo, induce a interrogarse sobre la diversidad de los contenidos que circulan en la sociedad mundial de la información. ¿Todos los contenidos merecen ser igualmente accesibles?


Una garantía política de los derechos fundamentales. Asimismo, induce a interrogarse sobre la diversidad de los contenidos que circulan en la sociedad mundial de la información. ¿Todos los contenidos merecen ser igualmente accesibles? Cuando hay públicos vulnerables que pueden tener acceso a contenidos susceptibles de causarles un grave perjuicio, por

ejemplo los adolescentes en crisis que pueden encontrar en Internet indicaciones detalladas para suicidarse o volverse anoréxicos, ¿qué actitud se debe adoptar ante la libertad de expresión? ¿Debe existir una permisividad total en nombre del rechazo de la censura, o deben imponerse limitaciones de orden público en nombre de la protección de la juventud, de la dignidad humana o del respeto a la memoria de las víctimas de un genocidio?


I.3.2. Actualidad de la libertad de expresión en la sociedad mundial de la información


En la era del ciberespacio y tras los progresos jurídicos consagrados por la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, la expresión de la individualidad se ha convertido en regla y la libertad de expresión se ha transformado en libertad positiva, en manifestación de una espontaneidad y autonomía nuevas.


El ciberespacio ofrece una tribuna a todas las formas de disidencia y es el Estado quien se encuentra a menudo desprotegido ante el carácter “inasible” de las informaciones que circulan en Internet.




I.3.3. Libertad de información y pluralismo de los media en las sociedades del conocimiento


El poder que confiere la posesión de un conocimiento puede incitar a sus poseedores a sacar provecho de la ignorancia en que se hallan los que no lo poseen.


Por su naturaleza misma, la libertad de información garantiza el carácter democrático de las sociedades del conocimiento. La libertad de información guarda relación con el derecho a una información diversificada y de calidad, que exige un pluralismo de los media.


la UNESCO manifiesta un especial interés por la misión de los profesionales de los medios informativos. Sus responsabilidades especiales les imponen el deber de contribuir lo más posible a la difusión de contenidos de calidad que fomenten en las personas un espíritu de apertura a la cultura, los conocimientos, la tolerancia y el prójimo.


I.3.4 El arbitraje entre la libertad de expresión y otros derechos: ¿nos encaminamos hacia principios comunes?


La Asamblea General de las Naciones Unidas ha proclamado que la libertad de expresión es la “piedra de toque” de todos los demás derechos y libertades que se dedica a defender.


La primera enmienda de la Constitución de los Estados Unidos hace de la libertad de expresión el principio mismo de la democracia. La protección de la libertad de expresión y la libertad de información debe ser absoluta y no admite excepciones.


En el Convenio Europeo de Derechos Humanos es bastante diferente. No puede haber libertad –y por consiguiente libertad de expresión– sin que exista una responsabilidad correlativa. Por eso, el Convenio justifica algunas restricciones legítimas y deseables cuando algunos contenidos son perjudiciales, de reglamentación– a un vector de la libertad de expresión como Internet, cuyo principio se inspira en la concepción “americana”.


I.3.5. Libertad de expresión y participación de la inmensa mayoría en las sociedades del conocimiento


La libertad de expresión no es sólo una cuestión de principios, es un poderoso vector del desarrollo humano que abre paso al aprovechamiento compartido de la información y del saber


La diversidad cultural y lingüística en el ciberespacio: debe propiciar una mejor utilización de las nuevas tecnologías y permitir que un número cada vez mayor de ciudadanos de orígenes culturales y geográficos cada vez más diversos accedan a la información y participen en la aventura del conocimiento.


La libre circulación de ideas e informaciones que las nuevas tecnologías han hecho más eficaz será un factor de impulso formidable de la democracia y la participación de todos en la vida pública y la adopción de decisiones. La libertad de expresión y la libre circulación de la información son una condición esencial de la aparición de sociedades del conocimiento.





ENSEÑANZA OBTENIDA


En el Tema I Sociedad del Conocimiento, analizamos la influencia de las TICs como el vehículo por el cual se traslada la Sociedad de la Información, y que no es hasta que la capacidad de raciocinio y apropiación de la información, la que hace que el ser humano aplique o transforme los datos en conocimientos, llegando así a la Sociedad del Conocimiento.

Vinculando lo anterior con el Tema II De la Sociedad de la Información a la Sociedad del Conocimiento, aquí se observa que las sociedades del conocimiento permiten identificar, producir, tratar, transformar, difundir y utilizar la información con vistas a crear y aplicar los conocimientos necesarios para el desarrollo humano. Esto es, existe una relación muy estrecha entre conocimiento y desarrollo. Por lo que deben ser promotores de los derechos humanos, y por ende la educación el papel central.

Términos que sin duda dependen no sólo de las capacidades cognitivas que se mencionaron en el Tema I, sino de aspectos sociales, culturales, políticos, legales, y económicos; entre los que se observa que el acceso a las TICs, depende del grado o nivel de desarrollo de la infraestructura y la capacidad de conexión.

Sin embargo, se analiza que lo anterior no basta si en la sociedad no existe el derecho a la libertad de expresión, pues ésta da paso al aprovechamiento compartido de la información y del saber. Ahora bien, la exclusión de la información no sólo es una cuestión de acceso y conexión, sino también de contenidos.


Se supone que las TICs son promotoras del desarrollo de la sociedad, de la pluralidad, integración, solidaridad y participación entre sus integrantes, pero, en realidad sucede esto? La OCDE o el Banco Mundial han señalado que las poblaciones pobres siguen teniendo poco acceso a Internet o ninguno, mientras que el número de personas “conectadas” aumenta rápidamente en los países industrializados. Existen también desigualdades flagrantes entre los países del Norte –que disponen de un acceso barato y a alta velocidad– y los países del Sur, donde las conexiones, si es que existen, son lentas y muy onerosas. Además de los altos impuestos.


Entonces, lo cierto es que estamos inmersos en una Brecha Tecnológica bastante aguda, predomina el desarrollo en los países primermundistas, y se acentúa la dependencia en los tercermundistas o periféricos. Sería genial que el mundo capitalista aplicara en su cotidianidad el valor de la Solidaridad, y en todos los sentidos y contextos; en este caso la Solidaridad digital, en donde los países Hegemónicos volteen a ver a los países marginados, en donde se promueva no sólo el abuso ante intereses económicos y comerciales, entre ellos el aprovechamiento de los recursos humanos, pero sobre todo naturales, sino también se promoviera la cultura y la educación. Utópico sin duda, se dejaría de llamar Capitalismo, Globalización, Poder y Riqueza. Nada rentable.


Otra situación valiosa de la lectura ha sido la manera conciliadora para vislumbrar el valor social tanto de las “antiguas”, como de las nuevas tecnologías de la información, enfatizando la aportación que hacen cuando se complementan. Finalizando considero que el principal transformador social es el hombre mismo, desde la conciencia en su participación en que las situaciones pueden ser diferentes siempre y cuando sume con su actuar y con su compromiso. En donde el valor de la Subsidiaridad inunde cada ámbito de la sociedad, en donde se busque y se promueve el bien común.


Con o sin tecnología, en un pedazo de milpa o en el ciberespacio. Realmente una Sociedad del Conocimiento, que busque el desarrollo a partir de su riqueza y grandeza humana, esa que piensa en el otro, y se da al otro. Entonces quizás la aventura del conocimiento no dependa de la tecnología, sino del observar y valorar la riqueza culturas de nuestros pueblos.






REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFÍA


UNESCO. (18 de Mayo de 2017). UNESCO . Obtenido de Bianco, C. (11,12,13 de Diciembre de 2002). Recuperado el 08 de Mayo de 2017, de http://tecnologiaedu.us.es/nweb/htm/pdf/UNGS2Lugoneset.al.pdf


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